Declaración de Bill Glover, presidente de APsaA y Kerry Sulkowicz, presidente electo de APsaA 

Amenaza a la democracia 

Los últimos días en Washington han sido de los más perturbadores de nuestras vidas y posiblemente de la historia política estadounidense. Lo que presenciamos el 6 de enero, con horror y tristeza, fue un ataque a las instituciones más preciosas que simbolizan nuestra forma de gobierno y constituyó un asalto a la democracia misma. 

Esto está más allá de la política. Después de negarse a admitir que había perdido las elecciones, el presidente Trump desató una insurrección e incitó a una turba a asaltar el Capitolio de Estados Unidos. Durante mucho tiempo hemos creído que Trump es un líder peligroso, como lo demuestran sus alentadores extremistas de derecha en Charlottesville, Portland y Kenosha, y su comportamiento esta semana lo hace evidente para todos. La combinación de su psicopatología públicamente evidente y el poder del cargo que ocupa constituye un peligro claro y presente para la salud y el bienestar de la nación y su gente. Apoyamos su destitución inmediata de su cargo, mediante renuncia, juicio político o invocando la 25ª Enmienda a la Constitución. 

Si bien ninguna de estas rutas puede ser factible dado el estado de gobierno actualmente polarizado, estamos profundamente preocupados por su potencial para causar más daño a nuestro país y a la democracia en los últimos días de su Administración. Las palabras y el comportamiento siempre tienen significado y son importantes, especialmente debido al potencial de influencia del presidente de los Estados Unidos. Los psicoanalistas entienden el impacto de las palabras en la psicología individual y grupal como un reflejo del poder de la transferencia a la autoridad, y hay pocos líderes con más autoridad que el presidente. 

Claramente, muchos estadounidenses han apoyado a Trump, en parte debido a su extraña habilidad para apelar a sus antiguos sentimientos de ira, exclusión, humillación y victimización. Los seguidores de Trump se identifican con él, consciente o inconscientemente porque ha dado voz a agravios que ha prometido resolver, pero lo ha hecho con mentiras, engaños y falsas promesas. 
incluso si su éxito al hacerlo fue vacío, egoísta y completamente 
    
Su intento de socavar la piedra angular de la democracia - elecciones libres y justas - es la última gota. Trump debe irse porque amenaza los valores fundamentales de la sociedad civil, y estaríamos permitiéndonos nuestra propia negación al esperar que se comporte mejor entre ahora y la toma de posesión del presidente Biden, cuando una transición de poder sin problemas debería ser un hecho. 

Los psicoanalistas estudian el carácter de nuestros pacientes, de las figuras públicas y de nosotros mismos. Nadie es perfecto, pero algunos defectos de carácter, como los del déspota o el dictador, son demasiado profundos para ignorarlos. La historia está repleta de trágicos ejemplos de demagogos que han hecho un daño irreparable a la civilización cuando su poder no ha sido controlado. Estamos en ese momento ahora. 

Hay motivos para la esperanza. Trump pronto dejará el cargo y la administración entrante de Biden se muestra prometedora para devolver la competencia, la cortesía y el buen juicio (buen carácter) a la Casa Blanca. La elección transformadora del Senado en Georgia limitará el estancamiento en Washington. Las nuevas vacunas que comienzan a distribuirse representan un importante punto de inflexión en nuestra lucha por superar la pandemia de COVID. Y las crisis superpuestas en torno al racismo, el clima, la desigualdad de ingresos y la pandemia han provocado un examen de conciencia y una introspección sobre lo que realmente nos importa como sociedad. Del caos y la tragedia puede surgir la oportunidad de reinventar la sociedad. La amenaza de Trump es la preocupación más inmediata y pedimos a nuestros líderes políticos que actúen con prontitud para que podamos abordar juntos los otros desafíos críticos. 

William Glover, PhD Presidente de APsaA.
Miembro de pleno derecho del Centro de Psicoanálisis de San Francisco.  




Kerry Sulkowicz, MD es el presidente electo de APsaA.
Miembro de pleno derecho de la Asociación Psicoanalítica de Nueva York.