LA MENTE DE LOS PADRES Y PROFESORES EN LA LÍNEA DE FUEGO: CONSIDERACIONES SOBRE LA INTERVENCIÓN
donna roth smith

Desde el comienzo de la pandemia, hemos escuchado a los padres describir que se sienten aterrorizados y asediados, apenas capaces de gestionar el cuidado de sus hijos pequeños. La pandemia, la guerra en Ucrania, los tiroteos en las escuelas y otras catástrofes mundiales han tenido un efecto acumulativo. Los padres están aterrorizados por ellos mismos, por sus familias y se enfrentan a un futuro incierto. Los niños reclaman atención, y los padres nos dicen que no pueden soportarlo y se sienten abrumados. Algunos padres nos cuentan cómo han reaccionado o arremetido contra ellos con frustración, mientras que otros temen las medidas que podrían tomar. Otros se retraen y apartan a sus hijos. Los niños pequeños protestan, lloran y se vuelven cada vez más exigentes, lo que agrava el círculo vicioso. La mente de los padres está en la línea de fuego.
 
Los psicoanalistas de niños reconocen el precio del trauma y entienden cómo los acontecimientos catastróficos afectan la parentalidad, individual y colectivamente. Tenemos el desafío de ampliar nuestro alcance para incluir a más familias, todas ellas necesitadas de nuestra capacidad para dar testimonio de las enormes presiones que surgen de fuentes externas e internas. El aparato psíquico de los padres de todo el mundo está en tensión. Cada vez son más los niños, los padres y los profesionales que los atienden, especialmente los profesores, que necesitan nuestra ayuda. Las mentes de los profesores están en la línea de fuego.  
 
Al principio de la pandemia, durante los peores momentos de miedo e incertidumbre, los analistas se preguntaban cómo podríamos trabajar de forma analítica con los niños y los padres. Las mentes de los analistas estaban en la línea de fuego. En cuarentena en nuestros propios hogares, la única opción era trabajar a distancia. Cuando nos encerramos los colegas colaboraron, y el trabajo analítico de una parte de nuestra práctica clínica con niños y padres se trasladó a las plataformas de vídeo. Aprendimos a través de nuestras experiencias internas que los pacientes seguían siendo capaces de comunicar sus miedos, experiencias y fantasías dentro de este encuadre recién construido, ahora un espacio virtual compartido. Apoyarse en los principios psicoanalíticos permitió que el trabajo siguiera siendo efectivo. Una vez que el analista de niños establecía el encuadre interno en el que se apoyaba, se podía ofrecer una amplia contención a los niños y a los padres, mitigando la crisis.  
 
Los padres se volvieron más capaces de contener las ansiedades de sus hijos, y las suyas propias. La capacidad de pensar ante la intensa angustia de su hijo, ayudó a estos padres a sentirse menos abrumados por las proyecciones de sus hijos. Podían tolerar mejor la incertidumbre, comprometerse y enfrentarse mejor con la angustia, dando sentido y crear vínculos significativos tanto para ellos como para sus hijos.
 
Los analistas de niños aprendieron de sus pacientes a confiar en el encuadre interno por encima del proveer un espacio físico. Tradicionalmente, confiábamos en la familiaridad de la sala de consulta. Por necesidad, descubrimos la novedosa experiencia de proporcionar contención dentro de un espacio virtual. La mente del analista en la línea de fuego. La confianza en el encuadre interno resultó ser eficaz, permitiendo que el trabajo psicoanalítico continuara.  
 
La eficacia y el éxito del trabajo online permite que más padres y niños tengan acceso al tratamiento y abre la posibilidad de ampliar nuestros servicios. La población de niños y familias necesitados sigue siendo asombrosa si se compara con el número con el que podemos contactar directamente.  
 
La crisis de salud mental exige creatividad e innovación. El contacto con la comunidad se está convirtiendo en algo esencial, las escuelas ofrecen oportunidades.  
 
La consulta psicoanalítica y el desarrollo profesional de los profesores y los equipos de salud mental de las escuelas ha sido un método eficaz para llegar a un gran número de niños y padres.  
Las escuelas son recursos excelentes y accesibles para las comunidades. Los padres de niños pequeños suelen acudir a los profesores para que les orienten sobre cómo entender y manejar a sus hijos. Además de impartir conocimientos, los profesores de niños pequeños suelen ser buenos "continentes" de ansiedades. Gran parte de lo que los niños necesitan es básico para lo que los profesores suelen proporcionar todo el día, todos los días. Los profesores de niños pequeños suelen pensar en términos de regulación de las emociones y manejo del comportamiento. Están familiarizados con la vida de fantasía de los niños, así como con los rápidos cambios en la tolerancia de los afectos y la expresión de los impulsos. Sin embargo, los profesores dicen sentirse abrumados y sin apoyo en su trabajo. La mente de los profesores está en la línea de fuego, y ahora se espera que "pongan al día a los niños" mientras que a menudo se les culpa simultáneamente de que los niños se queden rezagados emocional y académicamente.   
 
La consulta psicoanalítica para profesores es más eficaz cuando es diseñada para ayudar a los profesores a satisfacer las necesidades de los niños, al tiempo que se centra en lo que los profesores necesitan para sí mismos y lo que es requerido para atender a sus alumnos. A medida que los analistas hablan con los profesores y comprenden lo que hacen, el proceso paso a paso de cómo ayudan a los niños a desarrollarse y aprender revela la tensión emocional y la resistencia que se requiere del profesor, tanto consciente como inconscientemente.  
 
Un grupo de profesores (de niños de 4 a 7 años) se reunía regularmente con el consultor psicoanalista. Los profesores describieron ejemplos cotidianos en el aula de cómo sus jóvenes alumnos se delataban, se acusaban unos a otros, culpando y atribuyendo la responsabilidad a sus compañeros y profesores. El analista utilizó los ejemplos de los profesores para demostrar cómo los niños se deshacen y manejan sus sentimientos, los externalizan y los proyectan. El comportamiento de los niños se hizo más tolerable para los profesores al comprender el propósito y la motivación que subyace en el comportamiento de los niños.
 
La discusión sobre cómo los niños desarrollan la tolerancia afectiva y el control de sí mismos, en relación con las exigencias del aula, continuó durante las consultas actuales.  
Los profesores se sintieron más cómodos y abiertos con respecto a sí mismos y a su trabajo en el transcurso de las consultas. Los profesores reflexionaron sobre sus propias experiencias de inadecuación, vergüenza y enfado cuando sienten que le están fallando a un niño. La autorreflexión de los profesores y su comprensión de los comportamientos defensivos de los niños se aplicó a la reflexión sobre los padres. El furioso e insistente reproche de los padres al profesor por su incompetencia se hizo comprensible y más tolerable.
 
Los profesores se sintieron más cómodos y abiertos con respecto a sí mismos y a su trabajo en el transcurso de las consultas. Los profesores reflexionaron sobre sus propias experiencias de inadecuación, vergüenza y enfado cuando sienten que le están fallando a un niño. La autorreflexión de los profesores y su comprensión de los comportamientos defensivos de los niños se aplicó a la reflexión sobre los padres. El furioso e insistente reproche de los padres al profesor por su incompetencia se hizo comprensible y más tolerable.
 
 
 
El consultor psicoanalista enseña a los profesores a utilizar lo que ellos saben de formas nuevas, basadas en la experiencia vivida por el profesor con los niños y los padres. Como depositarios de las fantasías inconscientes de los niños y los padres, los profesores comprenden el continente/contenido, la externalización, la proyección y la identificación proyectiva. Muchos profesores se sienten fascinados a medida que adquieren una mayor comprensión de sus experiencias cotidianas, especialmente de la comunicación y la transmisión entre su propia mente y la del niño. Este nivel de comprensión ofrece un nuevo sentido y significado al proceso de enseñanza. Su conciencia reflexiva es energizante y permite que la motivación perdure. Contar con un consultor psicoanalítico facilita la comprensión y los profesores se vuelven capaces de soportar las proyecciones y contener las experiencias que de otro modo serían menos tolerables.  
 
Las mentes de los padres, los profesores y los analistas están en la línea de fuego y lo han estado durante los últimos dos años. Los analistas de niños están particularmente cualificados para comprender el impacto del entorno en la realidad psíquica. Es imperativo considerar intervenciones amplias e interdisciplinarias que ayuden no sólo a los individuos, sino a las comunidades. El reto de nuestro tiempo para los analistas contemporáneos es extender el campo analítico a la comunidad a través de la educación y la divulgación.  
 
Donna Roth Smith, LCSW, FIPA
COCAP, NA
Analista de Formación y Supervisora, Instituto de Formación Psicoanalítica de la Sociedad Freudiana Contemporánea (PTI de la CFS)
Miembro y Supervisora, Instituto de Formación e Investigación Psicoanalítica (IPTAR)
Facultad de Niños y Adultos, CFS e IPTAR. Nueva York.
 

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